La pandemia puede revertir gravemente progresos sociales en reducción de la pobreza y el hambre, acentuar crisis humanitarias y desigualdades, y hacer retroceder en derechos humanos y gobernabilidad democrática.
Como emergencia sanitaria, está afectando a todos los países del mundo, colapsando los sistemas de salud.
Ningún sistema sanitario ha sido por sí solo suficiente para detener la pandemia, poniendo de manifiesto la falta de preparación para afrontar emergencias sanitarias globales.
recomendaciones
Es ineludible que los gobiernos antepongan las personas y el planeta a otros intereses, junto con un compromiso más profundo de todos los países con la Agenda 2030, referencia de la ansiada “nueva normalidad” y respuesta integral y equitativa ante los problemas globales, como el de la pandemia de la COVID-19